Escribo para hacer cine.
Soy un autor desde siempre, pero comencé a publicar hace poco. Escribo el 100% de mis historias pensando en una pantalla de cine. Siempre escribo viendo en mi mente una película que está por rodarse en algún futuro cercano (serie, corto o largo metraje)
Inspiración:
Me inspiran los dilemas y las luchas internas entre nuestra mente, nuestra alma, y nuestro corazón. A veces suenan como los nocturnos de Chopin, a veces como harpa japonesa o una flauta Celta, un tango y a veces como Heavy Metal desenfrenado, pero siempre con mucha intensidad vibracional.
Uroboros:
En mis historias siempre está el UROBOROS (la serpiente que se come a si misma) como un símbolo de muerte y renovación. Me apasiona la forma en que debemos planear el asesinato de la actual versión de nosotros mismos, para que una nueva versión pueda salir a la escena y vivir. La oruga que deliberadamente se mata a si misma para poder volar como una mariposa. Así somos nosotros y la mayoría de veces el proceso duele, pero es, no solo necesario, sino que también muy gratificante. 
Soy un “serial killer” que siempre mata “al mismo sujeto”, a mí mismo, en mi vieja versión.
El Retorno del Salmón:
Igualmente está presente en casi todas mis historias, "el retorno del salmón", como un síndrome inevitable y no negociable en nuestras vidas.  El retorno de los salmones, encierra un misterio que me apasiona. Es un fenómeno tipo síndrome, en el cual después de nadar literalmente miles de millas siguiendo las corrientes y explorando el mundo, una fuerza ineludible, le exige a estos peces, regresar a su estanque natal, a toda costa, contra toda adversidad y en la mayoría de casos a costa de su propia muerte.
Los seres humanos sufrimos un síndrome similar, que nos hace volver a nuestra esencia después de caminar durante décadas siguiendo "la corriente", los clichés, las costumbres y los convencionalismos sociales, hasta que cerca de los 50, una campana suena dentro de nosotros e iniciamos el retorno hacia nuestros sueños de juventud, nuestras verdades olvidadas, nuestras aspiraciones "sin ego" y en 2 palabras:    nuestra esencia.
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