
Jamás he regalado algo que tuviera un precio elevado
Solo he regalado música, sentimientos y palabras
Buscando sacarlos por un instante de sus carreras y de sus vidas
Desacelerar y robarles…., o tal vez regalarles…., un minuto sagrado.
Este minuto es para decirte a ti, que la vida está afuera … si allí
Serena y frenética
Profunda y superficial
Sabia y sin sentido
Urbana y salvaje
Sin ningún molde, que no sea mental
Sin modelo base, sin ningún ideal
Sin ningún esquema de bien o de mal
que no traigas tu desde el lecho natal
No hay nada que sea desgracia ni dicha per se
la desgracia y la dicha son del que las vive
Del actor y del observador
según lo que éste percibe… y decide
Lo que creas bueno y malo, que te ha sucedido
Solo ha dependido de tu interpretación
De cómo has usado tu derecho sagrado
De decidir tu actitud ante cualquier situación
Tu alma vasta y profunda es como el agua formando esos espejos inmensos
No refleja lo que ves con tus ojos ciegos
sino lo que vive en tú corazón
Si tu ego y tus pensamientos
No dejan a tu alma ni un instante en paz
No veras el reflejo de tu vida y aunque allí esté…
su belleza no podrás apreciar
Cuando veas con calma en una sola gotita…
El bello reflejo de todo un mundo exterior
Imagina tu vida completa
Como millones de minutos de paz interior
No te hablo de rezar letanías No te hablo de portarte “bien”
Te hablo de callar tu ego y a tu mente Te hablo solo de escuchar a tu ser
Tú no eres quien tu nombre mienta
Tú no eres quien todos creen o quien tú dices ser
Tú sabrás quién eres cuando a tu mente finalmente calles
Y en la soledad más absoluta, bailes feliz con tu ser
Si existe un Dios, vive en ti…, muy adentro
En esa parte tuya que por tus pensamientos no ves
En tu tundra silenciosa y lejana
El lugar en donde en algún sueño
Algún día te volveré a ver